El empoderamiento de los pueblos indígenas de San Pedro de Atacama en el turismo local
El territorio de Atacama La Grande, ubicado al norte de Chile, tiene siglos de historia indígena y cultura andina. Sin embargo, el interés turístico en la zona radica en la belleza del paisaje natural, en los cielos nocturnos, en la arquitectura de los pueblos y ayllus, incluso en la arqueología en espacios inhóspitos, muchas veces obviando que son lugares sagrados.
El turismo que se instaló en el territorio durante los 90’ no tuvo en cuenta la opinión de sus habitantes, hoy las variadas agencias realizan guiados y el o la turista se va sin saber que el pueblo indígena originario de la zona es el Lickanantay, que los pastores aún recorren los caminos troperos, que en los volcanes y cerros que sorprenden a la vista hay valles y manantiales que mantienen pueblos en la puna, en la falda y a sus pies.
En medio de la globalización, el turismo masivo ha posicionado una forma de recorrido por estos espacios en que todo queda en la vista, en la foto, en la selfie para redes sociales. Es por esto que proyectos como el que han levantado organizaciones indígenas de los pueblos Santiago de Río Grande, Talabre y Peine con el Turismo Comunitario Lickanantay, permiten vivir una experiencia enriquecedora.
Tuve la oportunidad de estar en una de las primeras experiencias de ejercicio de este proyecto y quizás por ser lickau (mujer lickanantay) la emoción era inevitable. No obstante somos un pueblo diverso y cada localidad tiene su forma de realizar las tradiciones y costumbres. El escuchar a los abuelos y abuelas contar historias sobre los corrales que están en medio de los petroglifos, el compartir con las y los comuneros un té de las yerbas medicinales que recolectan en el desierto más árido del mundo, el recorrer los potreros que trabajan y el conocer a través de su relato la herencia cultural de la que gozan, hizo del guiado turístico una vivencia que ninguna foto podría capturar.
El equipo del Turismo Comunitario Lickanantay está conformado por habitantes de los pueblos, quienes se han capacitado como guías, han definido los senderos que se deben recorrer y se han empoderado ante la llegada de turistas para ofrecer una experiencia cercana, donde no sólo la vista es memorable, también el compartir con el pueblo lickanantay.